Victimización de poblaciones vulnerables y en riesgo (mujeres, menores de edad, adulto mayor, etc) y el tipo de daño sufrido (patrimonial, física, sexual, etc.)

por Roberth Ramírez. 

La vulnerabilidad en cierta medida es intrínseca de la naturaleza humana, y del resultado de la convivencia en una sociedad que en muchas ocasiones es injusta, lo cual se suele exteriorizar en la fragilidad de nuestras normativas, el mal funcionamiento del Estado y de la sociedad en general. La vulnerabilidad se expresa bajo diversas representaciones, algunas pudiesen ser corporales como en el caso de las discapacidades, otras de connotación étnico-simbólica, mediante el rol tomado o asignado según el estrato social e incluso mediante el sexo o el rol de género de la persona adoptado.  

Es por lo anterior y con el propósito de comprender mejor las distintas grafías de la vulnerabilidad que poseen las poblaciones que se le invita a observar y a analizar el siguiente video:



Tal como se insinúa o se menciona en el video, las poblaciones más vulnerables son en su mayoría aquellas a las que se les priva o limitan sus derechos y garantías, como la libertad, la seguridad, el bienestar social entre otras más por citar, siendo que dolorosamente estas quedan expuestas a la merced de una parte de la sociedad cuya en repetidas ocasiones ejecuta quebrantamientos en contra de estas poblaciones vulnerables aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.

Sin duda alguna, existe una cierta población cuya soporta un mayor grado de vulnerabilidad y exposición respecto hacer una víctima directa de ciertos sectores y normas sociales, y es por esta misma razón que quizá sea tan importante o fundamental instruirse en dicho tópico para y así poder comprender las razones por las cuales esta vulnerabilidad preexiste y se desarrolla en la sociedad, esto con el propósito de pugnar por alcanzar una objetiva intervención y prevención de esta dolencia. 

Es en virtud de esta vulnerabilidad consustancialmente humana que se manifiesta, que surge el término de victimogénesis, el cual se despliega desde “el riesgo de victimización de algunas personas o grupos, y que en una u otra tienen que ver con la facilitación del hecho criminal.” (Adan, 2019, p. 2)

A partir de esto se despliegan ciertos modelos de vulnerabilidad, siendo que la representación más tangible y notoria de esta vulnerabilidad se refleja en el daño corporal y psicológico que soportan ciertos grupos o personas. Asimismo,  otra clase y/o tipología se ubica en la escala de la desigualdad, y hace referencia a la vulnerabilidad compuesta por las condiciones socioeconómicas de las personas. Estas son los para fines prácticos aquí llamados “enflaquecimientos” de la vulnerabilidad cuyos son muy investigados; incluso se hace mención de mayores definiciones cuyas tienen este aspecto conceptual que incluye a la vulnerabilidad en situaciones de riesgo derivadas de condiciones sociales y económicas, especialmente las de las personas menos venturosas. El primer tipo de debilidad que se mencionó es insuperable, ya que nuestra fuerza física posee limitaciones inmejorables. Esto último requiere de políticas públicas adecuadas que permitan al Estado aminorar e intervenir las carencias económicas y la miseria en que muchas veces están sumidas las personas y la sociedad; por lo cual, combatir la pobreza y instaurar una vida mejor debería de ser una de las prioridades del Estado, ya que sólo así se puede o podrá enfrentar la situación de la pobreza; cuya viene hacer la debilidad de quienes, en virtud de la exclusión social recibida y de la marginación, terminan siendo las personas más sensibles y los más vulneradas. Y es que cabe decir que “en este contexto se han considerado ciertas condiciones vinculadas a la edad, el sexo problemas o deficiencia psicológicas de las potenciales víctimas, más vulnerables, así como algunas condiciones sociales o también situacionales”; (Desconocido, Sf, pág. 6) cuyas son representativas de las poblaciones más vulnerables y en estado o condición de riesgo.

Llegados a este punto a lo mejor y sea menester mencionar y respecto a la victimización de las poblaciones más vulnerables que es necesidad prestarle mayor y mejor atención a las mujeres, ancianos, niños y personas con algún grado de discapacidad, esto con el afán de observar objetivamente hablando la fragilidad y vulnerabilidad que presentan estos grupos, lo cual les posesiona en un latente estado de victimización; por consecuente, se de paso a dotarles de una red de apoyo integral a quienes hayan sido víctimas del hecho delictual, aceptando y venerando aquellos derechos cuyos arropan a estas personas.

                                                                       (Gobierno de México , Sf) 

Aunado a lo anterior, cabe ratificar que en las dinámicas sociales contemporáneas las mujeres, niños y adultos mayores son quienes presentan especiales factores de riesgo a sufrir de un episodio victimológico, ya que estos se encuentran ubicados en los principales espacios de vulnerabilidad para el hecho delictual. De hecho, las practicas sociales muchas veces desiguales y los discursos de poder producto de una sociedad de idiosincrasia patriarcal favorecen el detrimento o vulnerabilidad de estos grupos cuyos se suelen ver vulnerados. Pero llegados a este punto quizá sea menester indicar que la vulnerabilidad no es solo para con los grupos recién mencionados, ya que grupos como aquellos con identidades de género y/o orientaciones sexuales diferenciadas no propias de la hegemonía también se encuentran en una posición socialmente desventajosa, esto ante la posibilidad de “contraer” esa virulienta vulnerabilidad, en parte por el simple hecho de encontrarse en un posición socialmente considerada desventajosa; por lo cual, son potencialmente candidatos para el delito y su transfiguración en futuras víctimas.

Es importante exteriorizar que la víctima suele soportar una serie de daños producto del hecho delictuoso sufrido a lo que por lo general los sistemas legislativos interventores contemporáneos en la materia han optado por colocar como objetivos principales en la tramitación el resarcimiento, la reparación o una simple compensación de lo vulnerado a la víctima de un suceso de connotación delictual, lo cual no lleva y a mi juicio al más ecuánime y asertivo manejo de la víctima, ya que esta debería de ser en todo momento un autor protagónico en la solución y el esclarecimiento del inconveniente causado por el delito y sus secuelas, y no meramente relevada del proceso como si se tratase de un simple espectador. Desdichadamente, a la mayoría de los Estados poco les suele preocupar el cómo ha terminado la víctima posterior al daño sufrido por quien le agrede.

Ahora bien, las poblaciones vulnerables pueden sufrir diferentes tipologías de daños producto de la victimización tales como daño patrimonial, físico, sexual entre otros, dejando como saldo un costo social en áreas como el servicio de salud, la reparación o restitución de bienes, el acceso a la justicia penal, medidas como vigilancia policiaca y un sinfín más por nombrar.

Así las cosas, podemos aseverar que la vulnerabilidad presente en las poblaciones más vulnerables les fragmenta, a la vez que les soslaya sus derechos y libertades fundamentales, lo cual nos lleva objetivamente a recapacitar en que a lo mejor esta condición existe exclusivamente a nivel formal, ya que en plano real a estas personas víctimas no se les resguarda ni certifican aquellas garantías que en la sana teoría son inalienables a estos. 

Sin lugar a dudas se puede imprimir que erradicar la victimización y consolidar la verdadera libertad es una de las más grandes ilusiones de la raza humana, ya que esto representaría equidad, bienestar, prosperidad entre otras maravillas más, abriéndose una pluralidad de opciones para las poblaciones más vulnerables y así extirpándose de la sociedad la tiranía humana y la violencia estructural que tanto desgasta a aquellos sobre quienes recae su infranqueable peso. A lo mejor, y para abordar la revictimización de estos grupos mayormente vulnerables y vulnerados es necesidad ejecutar una verdadera y asertiva labor de comitiva y mediación, cuya brinde los insumos necesarios para que estas personas puedan dejar salir y/o exteriorizar la penosa vivencia traumática; recuperándose así la capacidad reclamar sus derechos y libertades, lo cual sin duda alguna marcará la ruta que los llevará a enrumbarse de nuevo en sus planes de vida. 

Referencias Bibliográficas

Adan, E. (2019). “La Victimología, El Sistema de Control Penal, La Criminalidad y La Investigación Criminológica". Obtenido de https://pdfcoffee.com/la-victimologia-el-sistema-de-control-penal-la-criminalidad-y-la-investigacion-criminologica-pdf-free.html

Desconocido. (Sf). Victimología: Concepto de victimología. Obtenido de https://aprende.uned.ac.cr/course/view.php?id=432

Tercer Espacio. (2 de marzo de 2021). Grupos vulnerables en situación de discriminación [archivo de video]. Recuperado el 19 de marzo de 2022, de https://www.youtube.com/watch?v=BIUq4giJxeI

 

 

 

 

   

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